¿Por qué nos debe importar (o no) la compra de Twitter por parte de Elon Musk?

Si tienes 30 minutos libres, y quieres invertirlos bien, escucha este episodio del podcast El Hilo sobre la compra de Twitter por parte de Elon Musk.

Esta pregunta que le hace el periodista Eliezer Budasoff a la escritora y periodista Marta Peirano, así como su respuesta, valen oro:

Eliezer: Marta, una pregunta que nos hacemos nosotros y queríamos hacerte es: ¿por qué todo esto –la compra de Twitter por parte de Elon Musk y lo que está haciendo con la plataforma– es algo que debería importarnos, o es algo que es importante incluso para la gente que no usa Twitter? ¿O por qué no?

Marta: Twitter es importante porque. Es el escenario del debate público en torno a los aspectos de nuestra vida política y de nuestra sociedad. Es decir, es un centro de participación sobre la sociedad como no lo había habido nunca antes.

Entonces, no todo el mundo tiene la capacidad, o la habilidad, de tener presencia en esos debates, pero por lo menos los puede escuchar, ¿no? Y entonces esto ya ofrece una visibilidad, un espacio que antes no existía. Antes existían los programas de televisión, pero Twitter es otra cosa distinta, ¿no? Es algo mucho más anárquico, donde la participación en las conversaciones es mucho más variada y a veces muy impredecible. Bueno, ese lugar donde se da la conversación es un lugar que tiene un impacto sobre los resultados de esa conversación. Los medios se miran en Twitter para saber qué temas importan. Esto ya es tener una influencia completamente disparatada sobre la conversación en general. Entonces, que esa habilidad quede en manos de un multimillonario que recibe dinero público para proyectar infraestructuras que van a definir nuestras capacidades en un futuro pues es interesante y aterrador.

Yo creo que aquí lo que pasa es que que llegue Elon Musk como un elefante en una cristalería a una plataforma que ha sido tan decisiva en los últimos, no sé, seis años de procesos democráticos en países importantes, pues parece aterrador, pero aquí yo creo que esto lo que hace es evidenciar la imposibilidad de que la plaza pública sea una plataforma privada sin que eso tenga consecuencias.

Deja un comentario